Daniel se quedó mirando a su amiga un tanto sorprendido. A lo mejor ella estaba en 'uno de esos días' y por eso estaba de tan mal humor. Sin embargo, cuanto más la escuchaba, más convencido estaba de que Amelia tenía razón.
-¿Te parece que soy egoísta, Dani? -preguntó Amelia.
Él la miró directamente a los ojos; tenía el ceño fruncido, no por él, sino por lo que acababa de contarle.
-Simplemente estás dolida, eso es todo.
-No debería esperar recibir nada a cambio... aunque lo único que quiero es que pase más tiempo con nosotros. Pero supongo que no somos tan importantes como él, ¿verdad?
Daniel volvió a mirar a su amiga, pero ésta había centrado sus ojos en algún punto del cielo. A veces, cuando la veía así, de perfil y tan seria, mirando al infinito, pensaba que se estaba haciendo la interesante. Sabía que le gustaba dramatizar, pero en esa ocasión precisamente... ella llevaba razón.
-La verdad, -empezó Dani- a mí también me gustaría que nos prestase un poco más de atención. Pero... plantéatelo así: cuando nosotros tengamos pareja seremos iguales.
Amelia le miró un tanto ofendida.
-¿De verdad crees que actuaré como ella en algún momento?
-Es posible. -dijo él muy seguro, pero temeroso de la reacción de su amiga.
-Yo jamás te llamaría desesperada, después de tanto tiempo sin hablar, y te diría que mi pareja me ha dejado para luego, en cuanto arregle las cosas con ella, volver a tirarme semanas sin hablarte.
-Eso no lo sab...
-Lo sé. -dijo, alzando la voz-. Los amigos van primero. Ellos estarán siempre, ¿entiendes?
Dani se levantó, le tendió una mano a Amelia para ayudarla a levantarse, y le dedicó una media sonrisa:
-Sí.
Empezaron a caminar calle abajo, uno junto al otro.
-¿Me harás un favor? -Amelia le tiró levemente de la manga de la sudadera y le miró a pesar de que él no lo hacía-. Si me pasa como a ella, dímelo. Si pierdo el control y no puedo repartir bien mi tiempo entre quién sea y vosotros... házmelo saber y ayúdame. ¿Lo harás?
Como respuesta, Daniel la atrajo hacia sí pasando el brazo por encima de sus hombros.
Nunca dejaron de ser amigos.
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